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Halloween contaminó nuestro Día de Muertos. Las calabazas arrasan con flacas calaveras, versos maliciosos y leyendas de lloronas y chaneques.

El cine, como buen vehículo cultural, trajo escenas sangrientas del Coco y modificó nuestra percepción del horror.

Sin embargo, festejar a los muertos en nuestra cultura es eso, un festejo. No había la intención de fomentar el miedo. Burla y juego, en el fondo, una resistencia a dejarlos ir totalmente. Nuestra experiencia con la muerte es de negación a aceptarla.

Esto no es gratuito. Hasta hace pocas décadas, más de la mitad de las defunciones se registraban en niños menores de cinco años. Otro buen porcentaje se iba en accidentes u homicidios.

Es decir, personas que no tenían que morir, si a razones naturales nos atenemos, llenaban los panteones. Por eso, cada Día de Muertos los mexicanos vamos a compartir con ellos sus platos favoritos, y hasta sus gustos etílicos y musicales les cumplimos.

Hoy, la muerte en México es otra cosa. Aunque suene feo, ya nos morimos como debe ser, de viejos. Por ello, el cáncer y otras enfermedades degenerativas hacen ahora mayoría, lo cual se convirtió en una pesadilla para los servicios de salud.

Quizás empecemos a aceptar mejor a la muerte. Ojalá la tradición no se muera, ya que el pan de muerto, las ofrendas y las calaveras satíricas son una delicia, con mucho, superior a los fantasmas fofos de Halloween.

Concurso de calaveras
	Hace cuatro meses salimos del ataúd, en verdad tenemos mucha suerte, pues ahora contamos con Salud, cuando todos pensaban en nuestra muerte.
La Dirección de Servicios Sociales te invita al concurso de calaveras, en el que podrás participar con un máximo de tres colaboraciones. Tienes hasta el 15 de noviembre para enviarlos y recuerda poner tu nombre completo, adscripción, cargo, teléfono y domicilio. Las tres mejores calaveras recibirán como premio una colección de libros y serán publicadas en la gaceta Salud. Además, a todos los participantes se les otorgará un diploma.