· A iniciativa del doctor Julio Frenk Mora,
Secretario de Salud, se funda la Comisión Mexicana de Macroeconomía
y Salud.
· Será presidida por la doctora Nora Lustig, y en dos años,
emitirá recomendaciones para realizar intervenciones de salud prioritarias.
· Estará integrada además por destacados expertos
en las áreas de macroeconomía, salud pública, política
social e industria farmacéutica.
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La inversión en salud es un requisito decisivo para el desarrollo
económico, especialmente en los países más pobres
del mundo. Un incremento de 10 por ciento en la expectativa de vida al
nacer está asociado con un aumento del crecimiento económico
de hasta 0.4 puntos porcentuales al año.
La Comisión Mexicana de Macroeconomía y Salud estudiará
la relación entre la salud y el desarrollo económico en
nuestro país. En 1999 la Organización Mundial de la Salud
(OMS) integró una comisión similar que, al cabo de dos años
de investigación, elaboró un reporte que pone en tela de
juicio la opinión sostenida en el pasado de que la salud mejora
automáticamente como consecuencia natural del crecimiento económico.
El Informe demuestra lo contrario: el mejoramiento de la salud impulsa
el desarrollo de las naciones.
Los datos son elocuentes: se estima que con una intervención específica
y oportuna de recursos, se podrían salvar al menos ocho millones
de vidas cada año en el mundo. Gran parte de las muertes ocurridas
en los países más pobres son causadas por muy pocos pero
graves problemas de salud.
Estudios macroeconómicos sugieren que un aumento de las inversiones
en salud de 66 mil millones de dólares al año respecto del
gasto actual generará más de 360 mil millones al año.
Es decir, se multiplicará por seis la inversión inicial.
La mitad de esa cifra corresponderá a beneficios económicos
directos, puesto que los más pobres del mundo vivirán más,
gozarán de buena salud un número muy superior de días
y, por consiguiente, podrán generar mayores ingresos. La otra mitad
corresponderá a beneficios económicos indirectos derivados
de esa mayor productividad individual.
En esencia, la OMS afirma que será necesario aumentar drásticamente
los recursos destinados a la salud durante los próximos años,
especialmente para el combate contra enfermedades que afectan especialmente
a las naciones más pobres, como el paludismo, el VIH/SIDA, la tuberculosis,
el cólera, el dengue, la desnutrición, las afecciones perinatales
y los embarazos de alto riesgo.
A nivel internacional, uno de los principales problemas lo constituye
la falta de recursos para comprar medicamentos. La Comisión de
la OMS sugiere la fijación diferenciada de precios en los mercados
de bajos ingresos. Es decir, que los países ricos paguen los costos
de investigación y desarrollo, y los países pobres paguen
sólo los costos básicos de producción.
La experiencia, afirma el informe de la OMS, demuestra que la enfermedad
puede desestabilizar las economías, e incluso sistemas políticos
enteros. Señala que la estabilidad del sistema mundial radica en
un esfuerzo internacional para contribuir al combate de enfermedades en
las naciones más pobres y vulnerables. Entre 1960 y 1994, la tasa
de mortalidad fue uno de los principales factores pronósticos de
fracaso de las naciones para enfrentar pronunciamientos, guerras civiles
y golpes de Estado.
De acuerdo con los expertos el círculo vicioso se hace difícil
de romper. Las sociedades con altas tasas de mortalidad infantil y de
lactantes tienden a tener altas tasas de fecundidad, en parte para compensar
la frecuencia de defunciones infantiles. En consecuencia, la descendencia
numerosa reduce la capacidad de las familias pobres para invertir lo suficiente
en la salud y educación de sus hijos.
La Comisión Mexicana de Macroeconomía y Salud
Ante este panorama, la Comisión Mexicana de Macroeconomía
y Salud tendrá el objetivo de buscar alternativas para acercar
las políticas económicas a las de salud.
Será presidida por la economista Nora Lustig, rectora de la Universidad
de las Américas-Puebla, quien formó parte de la experiencia
de la OMS, y estará integrada por destacados expertos en las áreas
de macroeconomía, salud pública, política social
e industria farmacéutica.
Esta Comisión trabajará durante dos años, al término
de los cuales deberá emitir recomendaciones para realizar intervenciones
de salud prioritarias, con sus respectivos mecanismos financieros para
solventarlas.
El objetivo final será colocar a la salud como un tema prioritario
en la agenda de gobierno, así como proporcionar herramientas útiles
tanto para el sector público como el privado.
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