EL CONSUMO DE DROGAS EN MÉXICO:
Diagnóstico, Tendencias y Acciones

 

DIAGNÓSTICO Y TENDENCIAS DEL USO DE DROGAS EN MÉXICO

 

3. ENCUESTAS EN LA POBLACIÓN ESTUDIANTIL

Desde 1976, el Instituto Mexicano de Psiquiatría y la Secretaría de Educación Pública han venido realizando mediciones epidemiológicas sobre el uso de sustancias adictivas en la población estudiantil de enseñanza media y media superior, lo que corresponde a las escuelas secundarias, preparatorias y técnicas a las que asisten jóvenes, principalmente, de 12 a 19 años de edad. El objetivo es conocer las cifras de prevalencia y los subgrupos de la población más afectados por el consumo de drogas, así como proporcionar las bases para el desarrollo y evaluación de los programas de prevención del Sector Educativo.

Se ha llevado a cabo tres encuestas nacionales, en 1976, 1986 y 1991; además, fueron realizados estudios específicos de los escolares de la ciudad de México en el periodo de 1976 a 1997, mediante encuestas cada dos o tres años.

Principales tendencias del consumo de drogas en las encuestas nacionales

Con el fin de dar una justa dimensión a los datos que se desprenden de este tipo de encuestas, es útil tener en mente que, en nuestro país, población estudiantil no es sinónimo de población joven; existe un gran número de jóvenes, en los grupos de edad de más riesgo para consumir drogas, que no continúan sus estudios, sobre todo después del ciclo básico, por razones principalmente económicas.

Los resultados de diferentes estudios señalan que asistir a la escuela es un factor protector del inicio del consumo. En la tercera Encuesta Nacional de Adicciones (ENA1998) se observó que el índice de consumo de drogas entre los menores de 12 a 17 años que por alguna razón habían abandonado la escuela, es más de tres veces superior que el de quienes continúan estudiando.

Las encuestas de estudiantes, por su parte, también señalan que el consumo entre los menores que abandonaron temporalmente sus estudios el año previo a la encuesta, pero que estaban matriculados en el momento en que se realizó, habían consumido drogas con más frecuencia que aquéllos que no dejaron de acudir a la escuela en el periodo lectivo anterior. En el estudio más reciente, efectuado en el Distrito Federal en, los reportes de consumo en el último mes son del 8% y 3% respectivamente.

La mayor parte de los estudiantes no prueba las drogas y aquéllos que lo hacen son en su mayoría experimentadores; así por ejemplo, en 1997 poco menos de 7 de cada 10 de los menores que habían usado sustancias como mariguana, cocaína, alucinógenos, inhalables, anfetaminas, opiáceos y otros estimulantes, sólo experimentaron con sus efectos entre una y cuatro veces, por factores asociados con la moda o con la presión de los pares.

Al igual que en la población general, en las encuestas nacionales los resultados indican que el alcohol y el tabaco son las principales sustancias adictivas consumidas. Este hecho es importante ya que en México existe la prohibición de venderlas a los menores. Además, diversas investigaciones han reportado que el consumo temprano de bebidas alcohólicas y tabaco aumenta el riesgo del uso de drogas ilegales.

El caso de los inhalables, que incluye sustancias conocidas genéricamente como tíneres, pegamentos industriales y otros disolventes, es hasta cierto punto semejante, ya que son sustancias que tienen un uso legítimo en diferentes actividades laborales e industriales, y cuya venta a menores de edad está prohibida en México para evitar su uso con fines de intoxicación. Sin embargo, su uso como droga se observa principalmente entre los menores.

Tendencias nacionales y regionales

* Para realizar las encuestas, el país fue dividido en tres regiones:
Norte: Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Sonora, Coahuila, Chihuahua, Tamaulipas y Nuevo León.
Centro: Durango, San Luis Potosí, Nayarit, Aguascalientes, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Distrito Federal, Puebla, Veracruz y Guerrero.
Sur: Campeche, Tabasco, Yucatán, Chiapas y Oaxaca.

Al comparar los resultados de las encuestas nacionales de escolares realizadas en 1976 y 1986, se observa que, con excepción de los alucinógenos y los tranquilizantez, todas las demás sustancias registraron aumentos en ese período. Los incrementos más notorios se encuentran entre los inhalables, la mariguana, la cocaína y las anfetaminas.

Cuando estos resultados nacionales se analizan por regiones se observa que, al igual que la población general estudiadaa través de las encuestas de hogares, los estudiantes de la región sur del país reportaron un menor consumo de sustancias adictivas, en comparación con las regiones Centro y Norte.

De 1976 a 1986, el uso alguna vez de inhalables entre los estudiantes se incrementó de manera importante en las tres regiones: en la Norte y en la Sur, prácticamente se quintuplicó y en la Centro aumentó 4.5 veces.

También la mariguana, en ese mismo periodo, aumentó en forma considerable en las tres regiones, pues en la Norte y la Sur prácticamente se duplicó su consumo, mientras que en la región Centro se triplicó.

Las tendencias del consumo también nos indican cómo cambia el lugar de preferencia de ciertas drogas entre los jóvenes: así, en las encuestas de 1986 y 1991, la mariguana reemplazó a los inhalables en el primer lugar de preferencia y la cocaína aumentó su importancia al pasar al tercer lugar, que en 1976 ocupaban los alucinógenos.

En la tercera encuesta nacional de 1991, casi el 50% de los estudiantes dijo haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez y la tercera parte habían fumado tabaco.

El consumo de sustancias en el último mes de los escolares (uso actual), a excepción del tabaco y el alcohol, fue significativamente más bajo que el de alguna vez en la vida, lo que indica que para 1991, entre los estudiantes del país que habían experimentado alguna vez con las sustancias, sólo una pequeña proporción consumía drogas en los 30 días previos a la encuesta. Únicamente el uso de inhalables entre los varones rebasa el 1%.

Los estudios realizados en la población escolar de la ciudad de México, desde 1976 hasta 1997, permiten observar los cambios en el consumo de las principales sustancias utilizadas por los estudiantes en la capital del país.

Se ven incrementos importantes en el consumo de cocaína, especialmente en 1997; la proporción de consumidores de inhalables, por el contrario, disminuye en ese año. En el caso de la cocaína, mientras en 1976 solo 0.5% de los estudiantes reportó haberla usado, 1997 alcanzó un 4%. Se presenta una primera etapa entre 1976 y 1986 de aumento leve (0.5% a 0.9%), sin embargo, se observan dos incrementos importants en 1989 y en 1997.

El uso de drogas entre los varones supera al de las mujeres en todos los años en que se realizaron mediciones; en 1997, entre los estudiantes hombres hay más del doble de consumidores de las principales drogas que entre las mujeres.

Al analizar el consumo dentro de los últimos doce meses, por sexo y tipo de droga, se observa que, mientras en 1989 los varones usaron en proporciones similares inhalables y mariguana, para 1997 el consumo de esta última aumentó un 80%. En cambio, el de inhalables, presentó un primer incremento en 1993, seguido por una disminución en 1997.

Las tendencias en el uso de cocaína durante el último año por los varones hacen evidente, una vez más, la forma acelerada en que está incrementándose su consumo, más de 4 veces entre 1989 y 1997.

En el caso de las mujeres, aunque su consumo en el último año es mucho menor que entre los varones, se van observando tendencias a elevarse. El uso de mariguana, después de disminuir levemente en 1993, se eleva para ser casi 7 veces mayor en 1997. Entre estos jóvenes el consumo de inhalables en 1993 se mantiene estable con respecto a los estudios previos y se duplicó en 1997, por su parte, el de cocaína es 4.5 veces mayor.

Los alucinógenos son las sustancias menos consumidas entre las analizadas, y aunque se observa un aumento en 1993 para ambos sexos, en el periodo de 1993 a 1997, no se registran cambios.

Cuando se analizan las tendencias del uso en el último mes por tipo de drogas en ambos sexos, destaca en especial el aumento en el consumo de cocaína por los varones; en 1997 esta droga alcanza casi las mismas proporciones de consumo que la mariguana, situación muy diferente a la de 1989, en la que el uso de ésta duplicaba al de la cocaína.

Entre las mujeres también se observan incrementos en el consumo actual de mariguana y cocaína, en el periodo de 1989 a 1997.

En las encuestas reaizadas entre estudiantes, la proporción de usuarios de drogas tiende a incrementarse con la edad, tanto en el consumo lguna vez, como en el del último año y del último mes.

En el caso de la mariguana se han registrado cambios en los años estudiados según la edad de los escolares: se hace evidente que ha ido en aumento el consumo entre los más pequeños tanto en el uso alguna vez, como en el último año y último mes.

Con el uso de cocaína también se observa esta situación: mientras en 1989 no se reportaba su consumo entre los estudiantes de 13 años o menos, en 1993 ya comienza a presentarse, tendencia que se confirma en 1997 con un incremento considerable en las prevalencias de uso alguna vez, último año y último mes.

Al analizar el consumo entre estos escolares en 1997, tanto dentro del último año como del último mes, se observa que los más jóvenes tienden a un mayor uso de inhalables, aunque como se dijo, ya se registran proporciones de uso de todas las drogas analizadas; entre los de mayor edad, se concentran los porcentajes más altos de usuarios de mariguana y cocaína. El uso de estas sustancias registra un primer aumento importante entre los jóvenes de 15 y 17 años de edad, y se eleva considerablemente entre los mayores.

El uso de otras sustancias como las metanfetaminas o el crack ha sido ya detectado en esta población. El último estudio efectuado en la ciudad de México en 1997, registró un 0.9% de estudiantes que habían experimentado con una metanfetamina conocida como éxtasis.

En los diversos estudios realizados en la ciudad de México, se hace evidente un aumento en el consumo de drogas por la población de estudiantes adolescentes. De la misma manera que en la población general, la mariguana sigue siendo la principal sustancia de uso, pero también se observan tendencias preocupantes de la cocaína, que se va situando en segundo lugar de preferencia. Los inhalables, aunque continúan entre las principalmente usadas, registran una tendencia a ir perdiendo importancia.

Los programas del gobierno de la república para la prevención del consumo de drogas incluyen importantes esfuerzos del Sector Educativo, que se describen en la Sección II de este volumen. Datos derivados del diagnóstico del consumo de drogas en México sustentan el importante papel protector de la escuela, como se señaló, la Encuesta Nacional de Adicciones y las realizadas entre estudiantes mostraron que aquellos menores que asisten a la escuela y los que no han perdido años de estudio tienen niveles de consumo más bajos.