EL CONSUMO DE DROGAS EN MÉXICO:
Diagnóstico, Tendencias y Acciones

 

LA RESPUESTA DE MÉXICO ANTE EL CONSUMO DE DROGAS

La demanda de sustancias adictivas ilícitas surge como problema mundial de salud pública a finales de los años sesenta. En EEUU y otros países se observa un aumento acelerado del consumo de drogas, asociado a la emergencia y difusión de diversos movimientos sociales y de contracultura. Estas tendencias tuvieron impacto en México, donde se comenzó a observar un crecimiento en el uso de sustancias en ciertos sectores, por lo que en ese periodo empiezan a generarse diversas iniciativas para enfrentar este problema.

En 1969, había iniciado su trabajo Centros de Integración Juvenil (CIJ), por iniciativa de un grupo de la comunidad preocupado por dar atención a los farmacodependientes que, al poco tiempo y hasta la actualidad, recibe el apoyo del gobierno federal.

La Secretaría de Salud (SSA) crea en 1972 el Centro Mexicano de Estudios en Farmacodependencia (CEMEF), institución donde se desarrollan las primeras investigaciones epidemiológicas, biomédicas y clínicas para estudiar el uso y abuso de sustancias adictivas en México. Posteriormente, las funciones del CEMEF son absorbidas por el Instituto Mexicano de Psiquiatría (IMP), fundado en 1979, y que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud de la SSA.

En la década de 1980 ya eran numerosos los grupos y organizaciones que estaban trabajando en diversos aspectos de la reducción de la demanda de drogas, como la prevención y el tratamiento. En 1986 se crea el Consejo Nacional contra las Adicciones (CONADIC), por decreto presidencial (D.O.F. 8 de julio de 1986) presidido por la SSA y con la participación de instituciones y dependencias del sector público así como de organizaciones privadas y sociales, cuyo quehacer se vincula con el campo de las adicciones. El objetivo del CONADIC es establecer un marco normativo, así como lograr la integración y congruencia de los esfuerzos de los distintos sectores.

A medida que aumentan los niveles del consumo de drogas y que las consecuencias sociales se hacen más evidentes, se percibe la necesidad de atender estos problemas, por lo que se consolida el papel de instituciones como los CIJ, grupos de ayuda mutua y clínicas privadas; surgen en el interior de las instituciones de salud, educación y justicia programas específicos que impulsan acciones de prevención y tratamiento.

El Programa de Reforma del Sector Salud 1995-2000, asigna una alta prioridad a la atención de las adicciones, establece un modelo de salud que privilegia lo preventivo sobre lo curativo y define la necesidad de un enfoque integral que considere la atención en diferentes vertientes y el arraigo de sus acciones en los niveles estatal y municipal, para alcanzar un mayor impacto y hacer más eficiente el uso de los recursos. La prevención del uso y abuso de sustancias adictivas, sean lícitas o ilícitas, y el abatimiento de los problemas asociados se ubica como una de las prioridades dentro de los programas de salud.

En 1998 se crea el Programa de Prevención y Control de Adicciones (PPCA) como uno de los programas sustantivos de la SSA que se operan en las unidades de salud y en los diversos niveles de atención de los Servicios Estatales. El CONADIC es responsable de la elaboración y seguimiento del Programa que incluye, de manera integral, una serie de estrategias dirigidas a contar con información que permita el diagnóstico de la situación, la coordinación de las acciones y la evaluación de resultados, además de la actualización de los ordenamientos legales para mantener un control más eficiente de la disponibilidad de sustancias adictivas, principalmente aquéllas de curso legal y mejorar la calidad de los servicios que se ofrecen.

Esto constituye un paso decisivo que refleja el marco conceptual del gobierno mexicano, al ubicar a este fenómeno como problema prioritario de la salud pública del país.