La muestra de la delegación Alvaro Obregón, consistió de 15 escuelas, 10 de nivel secundaria y 5 de educación media superior, con un total de 480 estudiantes encuestados.

RESULTADOS ALVARO OBREGÓN

CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS

De los 479 estudiantes encuestados en la delegación A. Obregón, 51% pertenece al sexo masculino y 47% al sexo femenino. Congruente con la distribución de los estudiantes por grupos de edad, la mayoría de la muestra se ubica en los grupos más jovenes, 54% tiene 14 años o menos, y 93% de los estudiantes son menores de 18 años. El 73% de la muestra se ubica en el nivel de secundaria y 27% en el nivel preparatoria. Debido a que el número de escuelas técnicas en el Distrito Federal es inferior al de secundarias y bachilleratos, la selección de la muestra se realizó de tal forma que los tres dominios estuvieran representados de manera proporcional, por lo que existía la posibilidad de que en alguna delegación no se seleccionaran escuelas técnicas, como es el caso de esta delegación.

Dos de cada 100 estudiantes encuestados había dejado los estudios el año anterior a la encuesta y una proporción similar trabajó tiempo completo durante ese mismo período.

PREVALENCIA DE CONSUMO DE DROGAS: TABACO Y BEBIDAS ALCOHÓLICAS.

El tabaco y las bebidas alcohólicas son las sustancias más consumidas por los estudiantes encuestados, a pesar de que para el 93% de ellos se trata de sustancias que legalmente no pueden comprar o consumir en establecimientos en que se expenden estos productos.

Tabaco. El 59.29% de los estudiantes encuestados han fumado tabaco alguna vez. Este porcentaje es superior al observado en todo el Distrito Federal (48.29%) (gráfica 1).

Los índices de uso son superiores entre los varones en relación con las mujeres (64.05% y 55.36% respectivamente) (gráfica 2).

El consumo se incrementa paulatinamente con la edad, el 41% de los estudiantes de 13 años reportó haber fumado, esta conducta se observó en el 64% de los jóvenes de 17 años, y en el 74% de los de 18.

Los porcentajes más altos se ubican en los bachilleratos (77.17%), seguido de las escuelas secundarias (52.84% ) (gráfica 3). 

El consumo es más importante entre aquellos estudiantes que abandonaron sus estudios el año previo a la encuesta, que no fueron estudiantes de tiempo completo o entre aquellos que habían trabajado (gráfica 4). 

Bebidas alcohólicas. El 82.67% de los estudiantes entrevistados en esta delegación ha consumido bebidas alcohólicas en alguna ocasión, el 78.29% lo hizo en el último año y el 32.36% las consumió en el mes anterior al estudio. Estos datos reflejan un consumo superior en las tres prevalencias en la delegación Alvaro Obregón, en relación a los resultados observados en la media del Distrito Federal (73.86%, 64.83% y 24.05%) (gráfica 5).

  Existen pocas diferencias por género en el uso experimental, ya que el 83.88% de los varones y el 82.59% de las mujeres han consumido alguna vez en su vida estas substancias. Las diferencias son más marcadas cuando solamente se considera el consumo actual (durante los 30 días previos a que contestaran el cuestionario), con una proporción de 3.7 varones por cada mujer, lo cual se puede apreciar en la gráfica 6.

 Los índices de experimentación se incrementan conforme aumenta la edad. El 70% de los estudiantes menores de 13 años reportaron haber ingerido bebidas alcohólicas, esto ocurrió en el 84% de los jóvenes de 18 años. El consumo en el mes previo al estudio fue siete veces superior entre los mayores de 16 años (49.57%) que entre los de menor edad (6.80%).

Los índices más importantes de consumo en el último mes se observan en los bachilleratos (51.18%), seguidos por las secundarias (25.57%).

Igual que en el caso del tabaco, el haber dejado los estudios el año previo y el haber trabajado se constituyen como factores de riesgo para el consumo.

Se observaron índices importantes de abuso, ya que el 2.92% de los estudiantes encuestados reportaron consumir cinco copas o más por ocasión de consumo, una o dos veces por semana; 11.27% reportó hacerlo una vez por mes. Las bebidas de preferencia de estos adolescentes son la cerveza y los "cócteles" o "coolers", seguidos por el vino de mesa (gráfica 7).

 PREVALENCIA DEL CONSUMO DE OTRAS DROGAS

Los estudiantes entrevistados en esta delegación han experimentado más frecuentemente con la mariguana (4.59%) y los solventes inhalables (4.07%); la tercera droga de preferencia es la cocaína (1.88%), seguida por los alucinógenos (1.04%) y el crack (0.63%). Es importante recalcar que el uso de la mayoría de las drogas es superior en la delegación A. Obregón en comparación con el promedio obtenido en todo el Distrito Federal (gráfica 8).

Los índices de experimentación son más importantes entre los varones, con diferencias más marcadas que las observadas en el caso del tabaco o de las bebidas alcohólicas. Cinco hombres por cada mujer han probado la mariguana y seis por cada una los solventes inhalables.

Los índices de consumo muestran un marcado aumento conforme se incrementa la edad de los usuarios, por ejemplo, solamente 3.59% de los menores de 16 años reportó haber probado la mariguana pero esto ocurrió en 7.69% de los mayores de esa edad; los solventes inhalables mostraron tambien diferencias, 3.58% y 3.69% respectivamente (gráfica 9).

 VARIABLES ASOCIADAS AL CONSUMO

Percepción de las consecuencias del consumo en la escuela. Se preguntó a los estudiantes qué hacía el maestro si el estudiante llegaba intoxicado. De acuerdo con los alumnos, la respuesta más frecuente del maestro es tratar de ayudarlo aconsejándolo (21.50%) o llamar a sus padres (19.21%); sigue el enviarlo a la dirección (10.23%), o la expulsión (14.61%); una proporción pequeña (0.63%) consideró que el maestro no hacía nada.

Tolerancia Social hacia el consumo de Sustancias. En general la tolerancia social hacia el consumo es baja, aproximademente el dos por ciento de los estudiantes de la delegación A. Obregón respondió que sus compañeros verían bien si usara, aunque fuera solamente 1 ó dos veces, sustancias tales como la mariguana, la cocaína, los inhalables, la heroína o las anfetaminas. Hay poca variación por tipo de sustancia, ya que más de las dos terceras partes de los estudiantes entrevistados respondieron que el uso sería una conducta mal vista.

La mayor tolerancia se observó para el consumo de bebidas alcohólicas, 7% consideró que sus amigos verían bien si tomara 1 ó 2 copas una o dos veces a la semana, pero el 35% consideró que lo verían muy mal. El fumar una o más cajetillas por día o el tomar alcohol todos los días fue relativamente más tolerado que probar otras sustancias (60.75% y 66.60%, respec-tivamente, dieron la opción "lo verían muy mal" para ambos consumos). Cuando se pregunta a los estudiantes sobre consumo frecuente de grandes cantidades (4 ó 5 copas todos los días), los índices de tolerancia son bajos, similares a los observados en el caso de las sustancias ilegales (gráfica 10).

Percepción del Riesgo asociado con el Consumo. A diferencia de lo que se observa cuando se investiga la tolerancia social hacia el consumo, que es en general baja, así se trate de experimentación, uso regular o de diferentes tipos de sustancias, los estudiantes muestran variaciones importantes en su percepción de riesgo de experimentar o usar frecuentemente diferentes drogas. Más de una tercera parte de los estudiantes consideró muy peligroso experimentar con sustancias 1 ó 2 veces, y aproximadamente dos terceras partes, hacerlo regularmente. El orden que ocuparon las sustancias, en cuanto a la percepción de riesgo, de menor a mayor fue: mariguana, anfetaminas, inhalables, cocaína y heroína (gráfica 11).

La percepción de riesgo asociada con el consumo de tabaco y alcohol es muy baja; el 64% de los estudiantes reportaron que no era muy peligroso fumar 1 ó más cajetillas de

cigarros al día; solamente 6.5% consideró peligroso beber 1 ó 2 copas de alcohol 1 ó 2 veces por semana. Ahora bien, cuando se trata de beber todos los días o de tomar frecuentemente grandes cantidades de alcohol la percepción de riesgo se acerca a la reportada para las otras drogas (75.16% y 63.47% , respectivamente).

Contacto con Usuarios. Como era de esperarse, los estudiantes están más en contacto con usuarios de tabaco (87.06%) y alcohol (77.66%) que con usuarios de otras drogas; si bien una proporción importante respondió tener amigos que usaban mariguana (23.38%), tranquilizantes (22.76%), inhalables (14.41%), cocaína (8.14%), anfetaminas (7.10%), heroína (5.22%), o crack (5.43%).

OPINIÓN. Más de tres cuartas partes de la población estudiantil encuestada en esta delegación (75.16%) opinaron que el consumo de drogas es un problema importante entre los estudiantes. Sin embargo, este porcentaje es menor al de la mayoría de las delegaciones de la ciudad, en donde la severidad del problema se percibe como mayor (78.04% media del D.F.).

Al preguntar sobre la incidencia de embarazos a edades tempranas, más de la mitad de los encuestados opinó que la falta de información es factor importante en esta problemática (50.52%), si bien la media del D. F. es ligeramente mayor (53.63%). Acerca del manejo de la sexualidad, se percibe que los estudiantes necesitan mayor información, puesto que solo el 36.33% opinaron que tenían conocimiento suficiente sobre enfermedaes de transmisión sexual.

En lo que toca al cuidado del medio ambiente, los estudiantes manifestaron la necesidad de coordinar esfuerzos con las autoridades educativas y con los padres de familia para atender este y otros fenómenos cuya complejidad debe ser considerada y atendida oportunamente.

Necesidades de Información. En general, los estudiantes de esta delegación opinaron que la información que dan los medios de comunicación sobre cuidado del medio ambiente es mejor que la recibida a través de la escuela (84% y 79%, respectivamente). Sin embargo, la información dada por la escuela es mejor en el caso del manejo de la sexualidad (60% y 50%), y también en el caso de las drogas (57% y 47%).

En contraste con las respuestas a las preguntas de opinión, la tercera parte de la población estudiantil manifestó tener información amplia sobre drogas, sexualidad y medio ambiente; la mitad cuenta con datos suficientes, y el 14% no reportó tener información sobre estos temas. No obstante, los estudiantes también manifiestan la necesidad de profundizar más en las materias antes referidas (gráfica 12).

  

CONCLUSIONES ALVARO OBREGÓN

Los resultados de la evaluación de 1993 confirman la tendencia observada en estudios anteriores en lo que se refiere a los índices de abuso de tabaco y bebidas alcohólicas en la población estudiantil. Un índice elevado consume grandes cantidades de alcohol semanalmente, práctica que se asocia con el consumo de cerveza y de bebidas conocidas como "cócteles" y "coolers".

Resumiendo, la delegación de Alvaro Obregón se caracteriza por su elevado índice de experimentación con tabaco (64%) y alcohol (83%) en la población masculina, superior al promedio de la ciudad capital (56% y 78% respectivamente); las estudiantes presentaron también índices de experimentación de tabaco (55%) y de consumo actual de alcohol (27% vs 17%) superiores a los observados en el Distrito Federal.

La prevalencia de consumo, en el mes anterior a la encuesta, de cocaína (0.84% vs 0.59%), de crack (0.42% vs 0.23%) y de alucinógenos (0.42% vs 0.23%) es significativamente superior entre los estudiantes de esta delegación, que la reportada en toda la ciudad de México. Además, tienen más amigos que consumen mariguana y tranquilizantes y una menor percepción de riesgo asociada a su consumo.

Como se puede observar, el consumo de alcohol y tabaco entre los estudiantes de esta delegación es elevado; pareciera ser que su uso es una práctica común, que no se ve afectada por las leyes que restrigen su venta a menores de 18 años. Por otro lado, éstas son las substancias que mayor número de amigos consumen, que presentan los índices más bajos de percepción de riesgo y los más elevados de tolerancia social.

Lo expuesto anteriormente pone de manifiesto la necesidad de instrumentar programas preventivos tanto a nivel primario, para evitar que más estudiantes empiezan a consumir estas substancias, como a nivel secundario para impedir que el abuso de tabaco y alcohol aumente de manera alarmante dentro de esta población.

Después del tabaco y el alcohol, las drogas más consumidas por los estudiantes de esta delegación son los inhalables y la mariguana; siendo los inhalables más comunmente utilizados entre los jovenes de menor edad, y la mariguana entre los mayores.

Los indices de tolerancia social son bajos, lo cual nos indica que, en general, el consumo de drogas no es aceptado, y esto puede funcionar como un fuerte factor de protección para evitar el inicio en el uso de substancias psicoactivas. Desafortu-nadamente, los indices de percepción de riesgo tambien son bajos, señalando que los estudiantes no perciben con gran peligro el utilizar ciertas drogas.

En las respuestas de los estudiantes a las preguntas de opinión, se percibe que tienden a pensar que la calidad de la información que reciben a través de los medios de comunicación o de la escuela es similar. Sin embargo, hubo una preferencia de los estudiantes por señalar que la escuela es el medio preferido para recibirla.

También hay una tendencia a dar credibilidad a la información impartida por cursos y conferencias, y solo una proporción menor manifestó preferir a los medios de comunicación masiva (Televisión, radio, revistas, etc.) como informantes.

El sentir de los estudiantes es que la farmacodependencia es un problema importante en la comunidad escolar, y que la falta de información, particularmente en el área de la sexualidad, es origen de muchos problemas. En este mismo orden de ideas, una proporción importante de estudiantes señaló la necesidad de recibir información referente al cuidado del medio ambiente.

En general, se observa una tendencia a demandar mayor calidad y cantidad de información. Se puede inferir que si se trabaja en el mejoramiento de los servicios ofrecidos por la escuela en materia de educación preventiva, seguramente se alcanzarán buenos resultados ya que existe la disposición y la necesidad del estudiantado de participar en su desarrollo pleno.

Finalmente, los resultados de la encuesta indican, que si bien existen esfuerzos para informar y combatir problemas propios de la juventud, estas medidas tienen que coordinarse y responder con mayor precisión a las necesidades reales de los estudiantes.