Ciudad de México, Distrito Federal, 21 de julio de 2003.

Mensaje del doctor Julio Frenk Mora, Secretario de Salud, en la inauguración de la Tercera Conferencia Nacional Sobre Maternidad sin Riesgos en México.

Muy buenos días a todas y a todos;

doctora María del Carmen Elu, secretaria técnica del Comité promotor Por una Maternidad sin Riesgos en México;

compañeros funcionarios de las instituciones de salud y seguridad social,

señores representantes de organismos internacionales,

señoras y señores representantes de los comités estatales promotores Por una Maternidad sin Riesgos,

amigas y amigos de las organizaciones de la sociedad civil,

colegas:

Me complace mucho tener la oportunidad esta mañana de acompañarles en la inauguración de la Tercera Conferencia Nacional sobre Maternidad sin Riegos en México. Estoy seguro que, como en las dos anteriores, las deliberaciones y propuestas que emanen de ésta serán de enorme utilidad para ajustar las políticas públicas y los programas en marcha, a fin de alcanzar el anhelo de una maternidad sin riesgos universal.

A 60 años de su fundación, muchos son los motivos para sentirnos genuinamente orgullosos de los logros de nuestro sistema de salud. La erradicación de enfermedades como la viruela y la poliomielitis, la construcción de una amplia infraestructura hospitalaria en todo el país, el desarrollo de recursos humanos calificados y de instituciones de atención médica e investigación de clase mundial, son algunos de los avances de lo que ha llegado a ser una de las transformaciones sociales más trascendentes en la historia de la salud de México.

No obstante, la mayor asignatura pendiente en materia de equidad es abatir la morbilidad y la mortalidad maternas; en consecuencia, nuestro propósito es alcanzar una nueva frontera de la universalidad, la relativa a la atención con calidad del embarazo, el parto y el puerperio.

El objetivo es reducir al máximo y en el menor tiempo posible el sufrimiento derivado de esa expresión intolerable de injusticia social que ocurre cada vez que, en las palabras de la señora Marta Sahagún de Fox, una mujer pierde la vida por dar la vida.

Reflejo de este imperativo ético, una de las primeras acciones de salud del gobierno del presidente Vicente Fox, fue la puesta en marcha en mayo de 2001 del programa prioritario que hemos llamado "Arranque Parejo en la Vida".

Lejos de ser un proyecto más, Arranque Parejo en la Vida representa un verdadero movimiento social orientado a valorar a la mujer embarazada y a subrayar que no existe causa más importante en México que asegurar para todos sus niños y niñas una auténtica igualdad de oportunidades, aun antes de nacer.

Una de las líneas de trabajo dentro de Arranque Parejo en la Vida es la vinculación con las Organizaciones de la Sociedad Civil que hoy participan de manera activa en el desarrollo del Programa. Pocas áreas en las políticas de salud se han visto beneficiadas de manera tan intensa por la presencia de organizaciones de la sociedad civil, como es el área que tiene que ver con la reducción de la mortalidad materna y el aseguramiento de oportunidades de vida iguales para todos los niños y niñas.

Un ejemplo de esta vinculación activa son las múltiples contribuciones que ha realizado la Iniciativa por una Maternidad sin Riesgos en México. Deseo aquí hacer un amplio reconocimiento a María del Carmen Elu, cuyo trabajo incansable y apasionado ha marcado un hito en la lucha a favor de la salud materna y a favor de los derechos de las mujeres.

Tras haber iniciado en los municipios con mayor mortalidad materna y neonatal, el programa "Arranque Parejo en la Vida" se extiende ahora a todo el país. A la fecha, sus acciones se llevan a cabo con la participación de casi 13 mil parteras incorporadas, así como de 70 hospitales y 112 clínicas, cuya certificación las convierte en lo que hemos llamado unidades Sí Mujer, designación esta última que además de afirmar a la mujer, se refiere al cuidado de su salud integral.

El total de beneficiarios asciende a más de 900 mil personas que corresponden a 355 mil mujeres embarazadas y 550 mil menores de dos años, incluyendo más de un cuarto millón de recién nacidos.

En tanto que un movimiento social, "Arranque Parejo en la Vida" requiere de la activación de redes de apoyo, en este sentido deseo reconocer la labor invaluable de múltiples organismos de la sociedad civil, incluyendo de manera destacada la Fundación Vamos México, que además de su participación directa, ha movilizado otras organizaciones civiles como la Fundación TELMEX, la cual ha donado equipo médico por un valor superior a los 150 millones de pesos.

Arranque Parejo en la Vida también ha sido motivo de una atención especial por parte de las autoridades estatales y municipales, la cual se traduce, entre muchas otras acciones, en el apoyo al traslado de mujeres y niños con complicaciones, además de garantizar la operación de las Posadas AME.

, que significa, además del acto de amor, se involucra en la atención de las mujeres embarazadas y niños recién nacidos, significa la atención de la mujer embarazada.

 

 

Hay muchos ejemplos de la acción de estas posadas AME, en Campeche por ejemplo las cinco Posadas AME operan con apoyo del DIF Estatal. En Nayarit se estableció un Patronato Estatal de APV que opera estas Posadas. En Tabasco tienen el apoyo del DIF. En Yucatán se han sumado esfuerzos con el programa IMSS Oportunidades para abrir una Posada AME en el poblado de Akil.

En Veracruz las Posadas reciben el apoyo de la Fundación Miguel Alemán y del DIF Estatal. Son algunos de los muchos ejemplos de la energía social que ha sido desatada por el movimiento Hacia Un Arranque Parejo en la Vida.

Este programa es la conjunción de tres grandes vertientes: la más alta tecnología médica para evitar las muertes maternas neonatales, la conjunción de las redes sociales de apoyo y un fundamento ético profundo que establece la inaceptabilidad de las muertes maternas y el imperativo de garantizar, como el nombre mismo del programa lo indica, un arranque parejo, una igualdad de oportunidades para las nuevas generaciones.

Los esfuerzos a favor de la salud materna se inscriben de lleno dentro de la reforma estructural más amplia que el gobierno del Presidente Fox ha promovido, a fin de fortalecer a nuestro sistema de salud para que pueda enfrentar sus tres retos fundamentales: equidad, calidad y protección financiera.

Muy recientemente, en el pasado mes de abril, esta reforma recibió un impulso decisivo al aprobar el Congreso de la Unión un cambio histórico a la Ley General de Salud. El propósito de este cambio es garantizar el ejercicio pleno del derecho constitucional al cuidado de la salud por medio del establecimiento de un Sistema Público de Protección Social en Salud, que sirva como instrumento para lograr la equidad financiera por parte del Estado Mexicano, al apoyar de igual manera a los derechohabientes de la seguridad social, que a la población que carece hasta ahora de ella.

Este sistema de sólida base federalista, permitirá por fin alcanzar el ideal largamente anhelado de la universalidad en materia de salud.

A lo largo de seis décadas que tiene de creado, el actual sistema de salud ha logrado avances trascendentales en salud pública. Hoy el paso imprescindible hacia la justicia en México consiste en lograr que la atención con calidad del embarazo, el parto y el puerperio cubra a todas las mujeres para asegurar a toda la nueva generación de niñas y niños un arranque parejo en la vida.

Ello forma parte de la estrategia para construir un sistema de salud, el sistema de salud que demanda la sociedad, un sistema que deje atrás la discriminación y la segmentación, un sistema que se enriquezca con la participación social, un sistema incluyente donde se haga realidad día con día el derecho de cada persona a una atención de calidad que proteja su salud y su patrimonio.

Con esta visión en mente, pido que se pongan de pie para formalmente, hoy 21 de julio de 2003, declarar inaugurada la Tercera Conferencia Nacional sobre Maternidad sin Riesgos en México.

Muchas gracias y mucho éxito.

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