México D.F., a 20 de marzo del 2004.

Mensaje del doctor Julio Frenk Mora, secretario de Salud durante la toma de protesta del doctor Germán Fajardo G, como director general del Hospital General "Manuel Gea González".

Muy buenos días a todas y a todos;

doctor Germán Fajardo G, director entrante del Hospital General "Manuel Gea González";

doctor Juan José Mazón, director general saliente;

doctor José Luis del Río Rizo; director médico;

maestro Guillermo Soberón, maestro Fernando Ortiz Monasterio, maestro Guillermo Fajardo Ortiz;

distinguidas personalidades que integral la mesa de honor;

señoras y señores miembros de la Junta de Gobierno del Patronato y del Comité de Auscultación;

muy apreciados exdirectores del Hospital General "Manuel Gea González";

estimados médicos, enfermeras y demás trabajadores de este gran hospital, colegas todos:

Les agradezco mucho la oportunidad el estar hoy en este día tan significativo para la vida de este hospital. Tengo un enorme cariño por el Hospital "Manuel Gea González", lo considero una parte fundamental en mi formación; aquí tuve el gran privilegio hace ya muchos años de haber hecho mi internado y desde entonces por el sello que dejan las experiencias juveniles en toda persona, he guardado siempre un gran cariño por esta institución.

Me tocó la llegada del doctor Ortiz Monasterio a la dirección general de este hospital, ser parte de un grupo de internos, que teníamos una gran inquietud por ver una atención de calidad en este hospital, que estaba nuevecito y flamante.

Todos hemos envejecido, el hospital, los que éramos internos entonces también, pero este compromiso con la calidad, que yo puede palpar y del que mucho he escrito sigue aquí presente, por eso realmente es motivo de gran satisfacción en este momento también de renovación para la historia del hospital.

Ya lo decía el doctor Germán Fajardo, es un hospital que nace prácticamente con la creación, la construcción de nuestro sistema contemporáneo de salud. Apenas tres años después de 1943, cuando se crea el Instituto Mexicano del Seguro Social, cuando se crea la Secretaría de Salubridad y Asistencia, ahora Secretaria de Salud, el Hospital Infantil de México, apenas un año después se crea el Hospital General "Manuel Gea González" y ustedes miembros de esta comunidad son parte de una tradición muy rica; yo estoy convencido que cada generación tiene como obligación primaria cuidar el legado que recibimos y enriquecerlo para su vez entregárselo a los que vengan después de nosotros.

Esto es ciertamente un legado valiosisímo que hemos recibido de generaciones de médicos, enfermeras, trabajadores de la salud, todos aquellos que nos han precedido y que ahora nos marcan esta noble tarea de aliviar el dolor y hacerlo sobre todo para los ciudadanos, las personas, los niños y niñas más pobres de este país, para los que menos recursos tienen.

Gracias a este legado México ha tenido avances muy notables en sus condiciones de salud, muchos de éstos generados por los grandes maestros que fundaron este hospital. La figura del doctor Gea González en sí misma es emblemática; fue un gran médico en los aspectos clínicos, fundador de la neumología, al mismo tiempo un hombre comprometido con el servicio público.

Fue diputado, también secretario de lo que entonces se llamaba el Consejo Superior de Salubridad, fue redactor del Código Sanitario que rigió los rubros de la salud en esos momentos vitales de construcción, aquí se encuentra con nosotros otro gran forjador de instituciones, el doctor Guillermo Soberón, quién lo transformó en la Ley General de Salud que este año cumple 20 años de haber sido promulgado.

El doctor Gea González impulso además la formación de recursos humanos como director de la Facultad de Medicina, fue entonces un hombre redondo en la práctica clínica, en el trabajo académico y en el servicio público, y creo que esos tres atributos de Manuel Gea González se reflejan en lo que ha sido la misión y la contribución de este hospital al desarrollo de la salud de México.

Lo que hicieron estos grandes maestros como Manuel Gea González fue dejarnos instituciones, eso fue su gran legado, eso es lo que le ha dado continuidad a nuestro país, lo que le ha permitido construir la nación fuerte como somos hoy, porque la acción humana nunca se da de forma individual, siempre organizada socialmente, lo que permite la construcción de instituciones.

Las instituciones son el lugar donde los talentos de cada uno de los individuos se pueden combinar en una misión compartida, son la forma en que nosotros los humanos transcendemos nuestra fragilidad biológica, e inevitable temporalidad; con las instituciones creamos algo que nos transciende como individuos, encontramos el lugar donde nos fusionamos literalmente como una comunidad para legar algo valioso a la sociedad.

Esa es lo que esa generación brillantísima de médicos que fundaron los grandes institutos nacionales, los hospitales nos dejaron, y eso toca a nosotros cuidar. Algo que es fundamental de la vida de la institución es la transmisión de autoridades ya que precisamente por nuestra temporalidad momentánea los que en un momento ocupan una posición dentro de la institución, llega un día en que deben entregar esa estafeta, hacer ese consenso en forma cuidadosa, es quizás una de las pruebas más importantes para todas las instituciones.

Por eso es que hemos querido; en estos nuevos tiempos que vive México, instituir procesos más transparentes, más participativos, son procesos novedosos y vamos aprendiendo de cada uno de ellos. Hemos completado ya este proceso en seis Institutos Nacionales de Salud, en el Hospital General de México, en el Hospital Juárez y ahora en el Hospital "Manuel Gea González".

Muchas veces se genera escepticismo y quizás en estos momentos en que vive nuestro país debemos hacer un gran esfuerzo con la sociedad para erradicar ese virus del escepticismo, tenemos que creer en que las cosas se pueden hacer en forma clara, honesta, transparente.

El proceso que se ha seguido aquí lo demuestra así, y creo que por ello su valor va más allá de lo que es la selección o designación de un nuevo director general, porque podemos abrir un ejemplo para el resto del país en momentos en que muchos necesitamos poder establecer consensos y sentirnos todos satisfechos con el proceso y con el resultado.

Yo por eso quiero hacer un amplio reconocimiento a quienes han sido los actores principales de este proceso, primero que nada a quienes con justicia y por méritos propios expresaron sus aspiraciones para dirigir el hospital, tenemos que salirnos de esta vieja cultura de que si alguien nos pide un cargo público, lo primero que tiene que hacer es negar esa aspiración, y tenemos que ir y decir sí, yo quiero ser director del Hospital "Manuel Gea González", además hacerlo presentando un programa de trabajo, así debe hacerse de forma abierta y valiente.

Pero para ello se requiere de valor, para participar en un proceso donde todo mundo sabía de entrada que iba ser competido, porque afortunadamente tenemos una gran fuente, una gran cantidad de talentos, de gente que legítimamente aspiró a la dirección de este hospital.

Por ello, en primer lugar le expreso mi agradecimiento a los otros competidores, por la trayectoria de cada uno de ellos y por la enorme calidad de sus propuestas que estoy seguro, muchos de sus elementos estarán considerados por el doctor Fajardo.

En segundo lugar, agradecimiento al trabajo serio y comprometido que llevó a cabo el Comité de Auscultación, ya que gracias a la conciente participación de los integrantes, el proceso se puso a prueba para tomar una buena decisión. Desde luego no es infructuosos comentar aquí la sabiduría de nuestra Junta de Gobierno, con personajes de una enorme trayectoria como son los que hoy nos acompañan. Su participación que fue guiada por el único interés de adoptar la decisión que le diera mayor beneficio para la institución, fue un elemento fundamental para el desarrollo de este proceso.

Quiero desde luego agradecer muy calurosamente la gestión del doctor Juan José Mazón, como él lo ha dicho, ha informado y reportado puntualmente de todos los avances que ha tenido el hospital en estos cinco años de su gestión, a él va el reconocimiento y no sólo por el trabajo, sino también por esa expresión de lealtad que se basa en los resultados.

Le agradezco mucho al doctor José Luis del Río Rizo, por haber aceptado encargarse del despacho de la dirección general durante este periodo donde su liderazgo era indispensable. Y, sobre todo, le quiero agradecer a todo el personal de este hospital por su madurez para transitar en un proceso abierto de selección que si bien produjo incertidumbre, permitió demostrarnos que una institución no es más que la suma de sus individuos.

Este proceso de renovación descubre además un rumbo muy importante para nuestro país, el primero de enero de 2004, hace menos de tres meses, entró en vigor una de las reformas más profundas a la Ley general de Salud que se han hecho desde su publicación hace 20 años.

Una reforma con la cual se crea el Sistema de Protección Social de Salud, que es complementario al Sistema de Seguridad Social. Esta reforma ha sido motivada por algo que ustedes constatan todos los días, en el sistema de salud hemos sido víctimas de nuestros éxitos, hemos logrado grandes avances gracias a las campañas de salud pública, a la labor de médicos, enfermeras y los demás trabajadores de la salud, con lo que se ha logrado el combate a las enfermedades infecciosas y la reducción de la mortalidad infantil.

En los 60 años que tiene nuestro sistema contemporáneo de salud, hemos ganado más expectativa de vida que todo la historia previa acumulada de la humanidad; sin embargo, ese avance está conducido por la transformación, tanto por la estructura de la población cada vez de mayor edad como por el tipo de enfermedades dominantes con un predominio creciente de padecimientos de alta complejidad.

En estos casi 60 años de vida, el hospital ha sido testigo de un avance tecnológico, y esa combinación de factores nos lleva hoy a tener presiones financieras muy grandes en nuestro sistema de salud.

Este sistema de salud formidable que construimos para México hace 60 años, ya no es el que necesita nuestro país. En los años 40´s encontramos un traje a la medida, pero ahora ese traje ya le queda chico al México del siglo XXI, tenemos que confeccionar uno nuevo, a la medida de los nuevos retos.

Y esto fue lo que motivo esta reforma de ley que permite lograr dos objetivos formidables; uno, lograr un incremento progresivo, fiscalmente responsable, sostenible del financiamiento público a las instituciones públicas de salud y dos, proteger a las familias de los gastos catastróficos que experimentan para atender su salud.

Estamos viviendo por este proceso una situación de enorme injusticia que no podemos tolerar y es la de que una proporción creciente de lo que se paga por la salud proviene del bolsillo de las familias cuando se enferman. Esto es profundamente injusto, porque la enfermedad no es culpa de la gente, por lo tanto un sistema que hace que el más enfermo es el que pague más es evidentemente injusto.

Tenemos que construir un esquema de solidaridad en el financiamiento, mediante el cual todos hagamos una contribución fundamentalmente a través de la aportación del presupuesto que aprueba la federación por las aportaciones también de los gobiernos estatales, para que podamos asegurar a la gente. Ese es el sentido de este Sistema de Protección Social que como brazo operativo tiene al Seguro Popular de Salud.

Es un Seguro porque está dando seguridad a las familias de que si la salud llega a faltar no tendrá que preocuparse de cómo pagar los costos de la atención, principalmente a la gente más pobre que son la que ustedes han atendido tradicionalmente.

Pero entre otras cosas se cuenta con un Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, que empesó a partir de este año; de ahí esperamos que los recursos en los próximos años se incrementen para establecimientos como el Hospital "Gea González", para que de ahí podamos ir obteniendo más financiamiento y se pueda fortalecer la calidad de la atención en estas instituciones de servicio.

No va hacer un cambio milagroso, no va hacer de la noche a la mañana, la ley entró en vigor el primero de enero, es un proceso que va a tomar tiempo, pero hemos encontrado una respuesta enorme de la sociedad. El año pasado, con una meta inicial de 300 mil familias al Seguro Popular se afiliaron 623 mil es decir, rebasamos la demanda, lo cual nos muestra que había una necesidad real de atender, y algo que ha sido extraordinario, es el sentido de equidad que ha tenido esta afiliación.

Han sido 623 mil familias, que representan dos y medio millones de personas, de las cuales el 90 por ciento de ellas vienen de los deciles más pobres de la distribución del ingreso, es decir el 20 por ciento más pobre. Lo más importante es que el 60 por ciento de los afiliados han resultado ser hogares encabezados por mujeres jefas de familias, un grupo especialmente vulnerable al impacto, ya que una mujer no puede postergar su atención cuando de ella depende sacar adelante, y mucho menos comprometer el patrimonio de esa familia por pagar todos los costos de la atención.

Qué es lo que queremos hacer, un país de derechohabientes y quitar esa terminología en los que tienen un derecho y el otro término de población abierta. Con el Seguro Popular la idea es crear un tercer seguro público donde no hay una relación obrero-patronal, y con ello atender a nuestra gente, darle las mismas capacidades de ejercer su derecho a la protección de la salud.

Con ello vamos a lograr un incremento a la ley a lo largo de los próximos siete años, incrementos progresivos en el presupuesto, yo quisiera que fuera más rápido pero la situación económica del país no nos permite, pero al menos ha quedado en siete años un incremento año con año del presupuesto y queremos que eso finalmente se traduzca en las asignaciones a los hospitales, de los institutos. El Presidente Fox me ha dado instrucciones de cuidar especialmente a los hospitales federales, a los Institutos Nacionales de Salud y hacer un esfuerzo especial para la adquisición de equipamiento y el abasto de medicamentos.

Estoy consciente y créanme que como médico me duele a veces ver las carencias, por ello estamos haciendo todo el esfuerzo posible, dentro de las restricciones que vivimos, para lograr un incremento sostenido de esos presupuestos, por lo que esperamos lograr el fortalecimiento, la renovación de nuestro sistema de salud y al mismo tiempo dar mayor justicia a las familias mexicanas.

Quiero terminar expresando una vez más mi beneplácito por estar aquí, y mi satisfacción de que el Hospital General "Manuel Gea González" haya superado con éxito esta prueba crucial de toda institución que es la renovación. Quiero también decirle al doctor Fajardo que reconozco en él, y en esto soy portavoz de la Junta de Gobierno, no sólo un joven y brillante especialista, sino también a un líder capaz de conducir a este importante hospital hacia esa visión de calidad y eficiencia que responda plenamente a las expectativas de la población que atendemos.

La opinión de la Junta de Gobierno fue unánime al reconocer la solidez de la propuesta de trabajo del doctor Fajardo, la gran sensibilidad de su presentación, lo inteligente del planteamiento y eso nos lleva no sólo a una renovación generacional, sino también en el proyecto y la visión de futuro para el hospital.

Por ello, yo le quiero reiterar el apoyo de la Secretaría de Salud para garantizar que tenga usted una gestión brillante, que cumpla con éxito todo ese programa de trabajo que tan articuladamente ha elaborado.

Ha todos ustedes, a los integrantes de este gran institución les expreso mi reconocimiento y mi afecto y seguiremos trabajando juntos para llevar al Hospital General "Manuel Gea González" a la excelencia.

Muchas gracias por su atención y enhorabuena.

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