¿Sabías que nos hallamos en una línea de fuego?

En este tiempo todavía existen personas que bajan la cabeza en actitud de derrota y aun así no podemos ignorar los hechos y concentrarnos sólo en las necesidades locales.

Una frustración causa desaliento.

Pero contra esto existe una palabra muy grande.

¡El hombre que triunfa es aquel que aprende a sobrevivir al fracaso!

Podemos imponernos la misión de llevar una luz propia que brille en nuestras vidas, en nuestro trabajo, en nuestro hogar, esto debe de estar de nuestro lado siempre, ministrándonos y ofreciéndonos reposo, consuelo y también amor, perdonándonos completamente, edificándonos, tranquilizándonos y caldeando nuestros corazones.

Yo creo en una auténtica revolución, no de lucha ni muerte, sino de AMOR

¿Pero, qué es el amor?

El amor se quiere introducir en nuestros corazones y vidas cambiando radicalmente nuestra manera de pensar y actuar. ¡Ábrele las puertas!

El amor es: gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe (mejor conocida como fidelidad), mansedumbre y templanza.

No nos dejemos vencer por esa línea de fuego ni por el desaliento.

Luchemos y seamos victoriosos, brindemos ese amor y hagamos que crezca en nuestros corazones.

Investiga quién da ese amor.

Y entonces, yo te lo aseguro, tú serás feliz, tendrás y darás amor a los demás.

¡Ama a tu prójimo como a ti mismo y nunca te dejes vencer!