Ciudad de México, 03 de noviembre de 2003.

Mensaje del secretario de Salud, doctor Julio Frenk Mora, al dar posesión al doctor Jaime Sepúlveda Amor como coordinador general de los Institutos Nacionales de Salud.

Muy buenos días a todas y a todos,

Les agradezco su presencia en la Secretaría de Salud para formalizar un cambio que ya había sido anunciado y que surtió efecto el primero de noviembre. Queremos hacer la ceremonia formal de transmisión de mando en la coordinación general de los Institutos Nacionales de Salud.

Quiero, en primer lugar, expresarle mi más profundo agradecimiento y testimonio de amistad al doctor Misael Uribe, quien se ha desempeñado en forma verdaderamente ejemplar y brillante como coordinador en estos casi tres años que lleva la administración del gobierno del Presidente Fox.

Cuando hace varios meses él me planteó y al señor Presidente su interés de retomar algunas otras de sus actividades, desde luego nos percatamos de que eso sería una pérdida muy importante, al propio tiempo sabemos que el talento del doctor Uribe y sus aportaciones en tantos campos en los que ha destacado aseguran que se mantendrá como una figura muy importante y constructiva en las políticas de salud.

El doctor Uribe como sabemos es un gran médico clínico, creo que muchos de los que estamos en este sector nos habremos beneficiado de esa faceta de su trayectoria; un gran investigador, actualmente vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina, un fundador de instituciones con una trayectoria destacadísima en el Instituto Nacional de la Nutrición y luego como fundador de lo que es posiblemente uno de los proyectos más innovadores de participación de los médicos en crear una alternativa no gubernamental y de alta calidad enfocada a la investigación, la docencia y la atención médica de la más alta calidad.

Fue por ello que cuando arrancó el gobierno del Presidente Fox era el candidato natural para encabezar la coordinación de los Institutos. Para fortuna mía y de los ciudadanos de este país, aceptó ese reto y su desempeño ha sido verdaderamente espectacular; solamente para dar algunos cuantos indicadores, con Misael Uribe la coordinación de los Institutos realmente se ha consolidado como una instancia que realiza esa función de coordinación, en una forma más eficaz.

Desde su creación por parte del doctor Guillermo Soberón, una más de las múltiples aportaciones que hizo el doctor Soberón, estuvo la creación del subsector de los Institutos Nacionales de Salud y con ello esta coordinación general.

A lo largo de estos casi 20 años de existencia de la coordinación, se había mantenido como una instancia ágil pero muy pequeña, muy acotada en su estructura y en sus capacidades operativas.

Bajo la coordinación de Misael Uribe hemos visto verdaderamente un despegue muy importante; la estructura orgánica prácticamente se triplicó en tamaño reflejando la idea de darle una función rectora mucho más firme a la coordinación.

Ya en la última etapa, en la última reorganización, hemos podido consolidar la existencia de dos direcciones generales dependientes de la coordinación, la coordinación misma subió de nivel y todo esto es parte de la filosofía que tenemos de poder contar con servidores públicos del más alto nivel y atraer al mayor talento a la Secretaría de Salud y a sus distintas instancias.

Los gastos de operación, si bien todavía muy pequeños para sus necesidades de coordinación de un sector tan amplio, de todas maneras se incrementó en un 64 por ciento en estos tres años, así como una serie de medidas muy concretas que empujó Misael, en primer lugar para beneficio de los investigadores; aquí quisiera destacar aspectos centrales de su legado al frente de la coordinación:

Primero, el haber incrementado de manera muy sustancial los recursos de apoyo a investigadores que aumentó cuatro veces que, insisto, siguen siendo insuficientes pero es un esfuerzo consistente para lo que son los apoyos a los investigadores.

Segundo, muy importante, la constitución del Fondo Sectorial con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, instancia ante la cual Misael fungió como representante por parte de la Secretaría de Salud y donde se logró constituir el Fondo Sectorial con una aportación inicial de 40 millones de pesos, que queremos -en la medida en que las restricciones presupuestales lo permitan- ir incrementando, pero se cuenta ya con ese Fondo Sectorial de la mayor importancia.

Y, de manera central, el haber incorporado a investigadores que por razones históricas habían quedado fuera de la rama médica y paramédica, y habían entrado a una rama de investigación de todo el gobierno federal, pero que lo habían hecho con unas desventajas brutales porque si bien se habían homologado los salarios, no ocurrió así ni con las prestaciones de antigüedad y otras, ni con los estímulos de desempeño.

Entonces, el puro hecho de haber transferido a los investigadores a la rama médica y a la cúspide de la rama médica, ha representado una mejora salarial muy sustancial para nuestros investigadores de los Institutos Nacionales de Salud, y nos ha dado una posición más competitiva. Aunque todavía tenemos un trecho que andar, hemos visto que en algunas categorías de investigadores se ha logrado un incremento superior al 100 por ciento en sus percepciones.

Esas son sólo algunas de las acciones que se han tomado, por un lado, en fortalecer el corporativo que queremos que sea esa coordinación de Institutos, dándole más estructura, un poco más de recursos para la operación, uniformando ciertos procedimientos y, por el otro lado, enfocándolos en beneficios muy concretos a los investigadores.

Desde luego una innovación fundamental de estos tres años de Misael Uribe al frente de la coordinación ha sido todo el procedimiento novedoso para la selección de los titulares, de los directores generales de los institutos, se juntaron cinco cambios programados en este año de 2003, de manera que pudimos poner a prueba lo que creo ha sido un proceso que representa para mí un cambio cualitativo en la forma de designación que se ha hecho y que todos ustedes conocen muy bien porque cuatro de los directores generales fueron producto de ese proceso. Pronto tendremos también el proceso en el Hospital Infantil, en el que se mantendrá ese mismo principio y ahora también, desde luego, un cambio que no estaba programado pero que es la sucesión del director del propio Instituto Nacional de Salud Pública, con la salida del doctor Sepúlveda.

Esto más allá de ser un procedimiento que va acorde con los tiempos de democracia que vivimos y disfrutamos en México, es, también, estoy convencido, un mucho mejor mecanismo para tomar decisiones correctas en eso que es la parte vital de toda institución, que es la selección de su liderazgo, por todo eso quiero dar mi más amplio reconocimiento a Misael Uribe, creo que su gestión al frente de la coordinación ha dejado este legado muy rico y además ha sido una fuerza muy positiva en el equipo completo de la Secretaría de Salud, en el equipo de alta dirección de la Secretaría de Salud, siempre trayendo una óptica muy fresca, ahora que hemos tenido las profundas reformas, con esa visión de lo que es la práctica de la medicina y de la investigación, para que esas reformas tengan esa conexión fundamental con la vida misma de nuestras instituciones.

Por acuerdo del Presidente de la República, Misael será sucedido por el doctor Jaime Sepúlveda. No necesito presentar al doctor Sepúlveda porque de hecho él es ya el mando medio y superior de más antigüedad en la Secretaría de Salud, entonces si alguien no lo conoce es porque es novato en la Secretaría.

El doctor Sepúlveda de hecho arranca su carrera dentro de la Secretaría en la coordinación de los Institutos justamente cuando se funda la coordinación y el doctor Soberón le encomienda esa primera coordinación al doctor Jesús Kumate. El doctor Sepúlveda asume la posición de coordinador adjunto de los Institutos Nacionales de Salud, de manera que su trayectoria al interior de la Secretaría de Salud arranca justamente en este ámbito de responsabilidad que ahora retoma.

A partir de entonces ha tenido una carrera muy amplia, fue nombrado director general de Epidemiología y como tal le tocó contender con retos muy importantes como la aparición de la epidemia del SIDA, por lo cual forma el Consejo Nacional para la Prevención y Control del SIDA, el CONASIDA, que ha sido reconocido a nivel internacional como un modelo de la respuesta eficaz y temprana ante la epidemia.

Años más tarde le toca también encabezar otra de las grandes historias de éxito de la salud pública mexicana que es el Programa de Vacunación Universal, y es justamente Jaime Sepúlveda el fundador, en 1990, del Consejo Nacional de Vacunación que ahora nos permite poder tener las coberturas más amplias con el esquema más completo de vacunación en América Latina.

En este desempeño sobresaliente le valió ser nombrado subsecretario de Salud entre 1991 y 1994 y posteriormente a su desempeño en ese alto cargo pasó justamente a ocupar la dirección general del más joven de los 10 Institutos Nacionales de Salud, el Instituto Nacional de Salud Pública, donde cumplió un primer periodo, 1995-2000, y fue reelecto para el segundo periodo 2000-2005.

Cuando Misael expresó su deseo de retomar otras facetas de su muy creativa labor profesional, creo que el candidato natural para ocupar esa posición era Jaime Sepúlveda por todo este rico conocimiento del campo, del quehacer de la Secretaría y por su desempeño como uno de los directores generales de los institutos, en el Instituto Nacional de Salud Pública pierde un año de gestión, un poco más, un año tres meses, pero gana su presencia, su regreso a la coordinación de los Institutos.

La trayectoria del doctor Sepúlveda es además muy llena de distinciones, fue uno de los primeros mexicanos en recibir un doctorado en salud pública, lo que ocurrió en 1985 en la Escuela Nacional de Salud Pública de la Universidad de Harvard, además es miembro de la Academia Nacional de Medicina y de la Academia Mexicana de Ciencias e Investigador Nacional nivel III.

Ha tenido una gran cantidad de distinciones en el ámbito internacional como ser el primer latinoamericano en ser miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad de Harvard, miembro del Comité Editorial del British Medical Journal, miembro del Centro Internacional Fogarty de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, con una amplísima actividad en posiciones muy relevantes en el ámbito internacional, como ha sido el programa ampliado de inmunizaciones y, desde luego, su presidencia en el Consejo Internacional de Investigación en Salud para el Desarrollo.

Es una persona que ha descollado tanto en las labores administrativas como en la docencia, le tocó fundar la residencia en Epidemiología Aplicada y hasta el pasado sábado como director general del Instituto, era también director de la Escuela de Salud Pública de México, que es nuestra institución educativa de mayor abolengo en el campo de la salud, fundada en el año de 1922.

Además, tiene una amplísima producción editorial, más de 90 artículos y 20 capítulos de libro y una gran cantidad de libros editados; ha sido objeto de una gran cantidad de reconocimientos, entre ellos el Premio de Investigación en Salud Pública del año 2000 que entrega justamente la coordinación de los Institutos.

Ha sido recipiente del reconocimiento como el ex alumno más destacado de la Escuela de Salud Pública de Harvard en el año de 1997, ha recibido premios del Center Desease Control por un artículo suyo que apareció en el New Englan Journal Of Medicine, el Premio de la Fundación "Miguel Alemán", etcétera, es una personalidad, tanto en el ámbito nacional como internacional.

Por si eso fuera poco, ha sido un excelente gestor de recursos financieros para la investigación, habiendo movilizado poco más de seis millones de dólares en más de 20 proyectos que se llevan a cabo en el instituto.

Todas estas son cualidades que lo califican de manera excepcional para la responsabilidad que ahora va a tomar. Tenemos una agenda muy rica para los tres años que nos quedan en esta administración, construyendo sobre esta firme plataforma que dejan los primeros tres años bajo el liderazgo de Misael Uribe, nos toca ahora consolidar un concepto de un corporativo fuerte de los institutos, queremos, desde luego, que eso sea un motor para estimular la autonomía de gestión de los institutos, al tiempo que logremos potencializar de manera muy firme las sinergias que existen entre los diez institutos.

Créanme que viniendo yo de ese sector, valoramos muchísimo el papel absolutamente esencial que juegan los Institutos Nacionales de Salud y vamos a cuidarlos, a lograr que tengamos más estas sinergias fundamentales.

Por otro lado, tenemos la aspiración de crear nuevos institutos, se ha trabajado en estos años iniciales con el doctor Uribe en tres proyectos específicos, uno es la elevación del Centro Nacional de Rehabilitación a Instituto Nacional; dos, la fusión de los Centros Nacionales de Trasplantes y de la Transfusión Sanguínea en un instituto enfocado a esos aspectos y, tercero, una inversión a lo que va a ser el futuro de la práctica médica en el siglo XXI con la creación del Instituto Nacional de Medicina Genómica, todos estos son cambios que SE requieren a la Ley, de manera que tenemos que estar con un trabajo muy intensivo en el ámbito tanto técnico de formulación de proyecto, como político para convencer a nuestros legisladores.

Quiero nuevamente expresar mi más profundo reconocimiento a Misael, reiterarle mi amistad de siempre, que viene de mucho antes de haber estado en estas posiciones, y estoy seguro va a continuar mucho después de que nos hayamos ido de aquí, porque son amistades hondas, amistades basadas en la lealtad y en la gratitud de mí hacia él por muchos servicios y muestras de amistad con las que me ha distinguido ya a lo largo de muchos años, y darle al doctor Sepúlveda la más cordial bienvenida de regreso a las áreas centrales de la Secretaría en esta nueva fase de su muy destacada trayectoria en el sector Salud. Muchas gracias y muchas felicidades.

* * * * *




Regresar

Arriba