En la presente administración, se está impulsando un modelo de evaluación sustentado en el marco de referencia propuesto por la Organización Mundial de la Salud. De acuerdo con este marco conceptual, los sistemas de salud desarrollan cuatro funciones básicas –rectoría, generación de recursos, prestación de servicios y financiamiento - a fin de alcanzar tres objetivos fundamentales. Estos tres objetivos finales, básicos o fundamentales son: mejorar la salud de la población, mejorar la respuesta del sistema a las expectativas no médicas de sus usuarios e implementar políticas financieras que protejan a la población de los riesgos de empobrecimiento por motivos de salud.

Tradicionalmente, los procesos de evaluación se habían concentrado en el seguimiento y control de procesos y en la evaluación de los logros alcanzados en relación a objetivos de carácter instrumental más que final. Sin embargo, el grado de cumplimiento en algunos objetivos instrumentales y la mejora de algunas condiciones de salud, no garantiza que los sistemas estén cumpliendo con sus objetivos finales. Por esta razón, los sistemas nacional y estatal de salud deben ser evaluados siguiendo el marco referencial mencionado líneas arriba, el cual define claramente los objetivos que estos sistemas buscan alcanzar.

Para cada uno de los objetivos fundamentales de los sistemas de salud, se ha definido un indicador conceptualmente relacionado con él. Así mismo, se han diseñado las estrategias metodológicas para la medición de éstos e, incluso, en algunos casos se han generado las primeras cifras de carácter nacional sobre evaluación del desempeño.

El indicador elegido para evaluar el grado de avance en relación al nivel de salud de la población es la Esperanza de Vida Saludable o EVISA. La descripción de este indicador se detalla en otro documetno, pero brevemente diremos que la Esperanza de Vida Saludable resume, en una sola cifra, las experiencias de mortalidad y discapacidad en una población por lo que es un valioso indicador sintético de las condiciones de salud en dicha población.

En el caso de la capacidad de respuesta a las expectativas no médicas de los usuarios, el indicador diseñado es el Índice de Trato Adecuado. Este indicador incorpora información sobre 8 dominios que evalúan la manera en que el sistema respeta algunos derechos individuales de sus usuarios, la calidad de las condiciones materiales de las unidades de atención y la capacidad que tienen los usuarios pare elegir al proveedor personal e institucional de la atención requerida